Dormir seguro no es una moda, es una necesidad. Cuando hablamos de sueño infantil, no solo nos referimos a cuántas horas duerme un bebé o cómo lograr que se despierte menos. Hay algo aún más importante: crear un entorno que minimice los riesgos y cuide su bienestar mientras duerme.
La buena noticia es que hay recomendaciones claras, basadas en evidencia científica, que pueden ayudarte a tomar decisiones más seguras. A continuación, te comparto 3 claves fundamentales del sueño seguro infantil, avaladas por organizaciones como la American Academy of Pediatrics (AAP) y el Family Sleep Institute (FSI).
1. Dormir boca arriba, siempre
La posición más segura para que duerma un bebé es boca arriba. Esta recomendación es clara, firme y respaldada por décadas de investigación. Dormir de lado o boca abajo aumenta significativamente el riesgo de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
Aunque algunos bebés pueden moverse solos más adelante, hasta que puedan darse vuelta por sí mismos de manera consistente, debemos acostarlos siempre boca arriba para dormir, tanto en siestas como por la noche.
Fuente: American Academy of Pediatrics – Recomendaciones de sueño seguro (2016)
2. Superficie firme y despejada
La cuna debe estar libre de todo objeto suelto: sin mantas, almohadas, peluches, chichoneras ni protectores. Esto puede sonar extremo si venís de una cultura donde la decoración de la cuna está muy instalada, pero en este caso, menos es más.
Además, el colchón debe ser firme (no blando ni hundido) y del tamaño exacto de la cuna, para evitar espacios peligrosos. Se recomienda usar una bolsa de dormir segura, adecuada a la edad del bebé, como alternativa a las mantas.
Fuente: Red Nose Australia – Safe Sleeping Guidelines
3. Ambiente libre de humo y calor
El entorno donde duerme el bebé también influye en su seguridad. Evitar el humo de tabaco (tanto prenatal como postnatal) reduce notablemente el riesgo de muerte súbita. Además, es clave no sobreabrigar al bebé: el exceso de ropa o temperatura puede alterar la capacidad del cuerpo para autorregularse.
Una buena regla es vestir al bebé con una capa más que la que usaría un adulto en la misma habitación. Y recordar que la temperatura ideal para dormir ronda entre los 20 y 22 °C.
Fuente: Family Sleep Institute – Pilares del sueño infantil seguro
¿Dormir seguro es difícil? No. Pero requiere información.
En un mundo lleno de consejos cruzados, esta información clara puede darte tranquilidad. Estos tres puntos —dormir boca arriba, cuna segura, ambiente saludable— pueden marcar una diferencia enorme en el descanso y la vida de tu bebé.