Cuando hablamos de sueño seguro, hay algo que no es negociable: el entorno donde duerme tu bebé. No se trata de miedos, se trata de prevención. Una cuna segura salva vidas. No exagero.

Las principales organizaciones pediátricas del mundo —como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Family Sleep Institute (FSI)— coinciden en esto: reducir los riesgos del sueño empieza por el espacio.

Te dejo una checklist simple para armar una cuna segura:

✅ Superficie firme: nada de colchones blandos o que se hundan.
✅ Sin objetos sueltos: fuera mantas, almohadas, peluches, chichoneras, nidos o cuñas.
✅ Bebé boca arriba, siempre: incluso cuando duerme una siesta o está con vos en la cama.
✅ Sin elevadores ni inclinaciones: pueden ser peligrosos.
✅ Sábanas ajustadas y colchón que encaje perfecto en la cuna.

Parece mucho, pero no es complicado. De hecho, es todo lo contrario: menos es más. Cuanto más despejado, más seguro.

Sé que muchas veces, por querer que el espacio sea lindo, caemos en adornar con cosas que no son necesarias. Pero la seguridad siempre va primero. Y si querés mantener al bebé abrigado sin riesgo, una buena opción es usar bolsas de dormir seguras, como las que diseñamos en Mini Mun: reemplazan las mantas, regulan la temperatura y permiten que el bebé se mueva libremente.

Una cuna segura no es un “extra”. Es la base. Es una forma concreta de cuidar.