Mi bebé no duerme como el de Instagram: el mito del bebé que duerme toda la noche

Cuando nació mi primera hija, pensaba que el sueño era algo que se “lograba”. Que si hacía todo “bien”, ella iba a dormir de corrido. Pero las noches fueron otra cosa. Despertares, brazos, dudas, y un algoritmo lleno de bebés que parecían dormir ocho horas como si nada.

En este post quiero hablarte a vos, que estás del otro lado del teléfono a las 3 AM, preguntándote si estás haciendo algo mal. Quiero contarte algo que a mí me hubiera hecho bien leer: dormir toda la noche no es el estándar, es la excepción.

1. Dormir es un proceso, no una competencia

El sueño infantil se desarrolla por etapas, no se acelera.
Hay bebés que duermen más, otros menos. Algunos tienen despertares frecuentes durante meses, y es normal. Lo importante no es “cuánto duerme” tu bebé, sino cómo lo acompañás en ese proceso.

Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), los patrones de sueño varían mucho en el primer año. Y no, no hay una cantidad de horas “perfecta”. (Fuente: AAP - HealthyChildren.org)

2. Lo que no se ve detrás de una foto

Las redes sociales muestran un segundo, editado, iluminado.
Lo que no se muestra es la noche anterior sin dormir, el llanto que no se calmaba, el cansancio que a veces duele.
Compararse con eso no solo es injusto, es peligroso.
El descanso real es imperfecto, cambiante y también hermoso. No necesita filtros.

3. No estás fallando, estás criando

Si tu bebé se despierta varias veces, te necesita.
Y vos lo estás acompañando. Eso no es fallar, eso es ser mamá.
El mito del “bebé que duerme solo toda la noche” genera presión, culpa y autoexigencia.
La realidad es que muchos bebés necesitan compañía nocturna hasta bien entrado el primer año, y eso también está bien.

Dormir no es un objetivo que se alcanza con esfuerzo.
Es una necesidad básica que se construye con tiempo, contención y seguridad.
Cada bebé tiene su ritmo. Cada familia, su historia.
Y vos, aunque ahora te sientas sola, lo estás haciendo muy bien.