¿Tu bebé duerme seguro? Esto es lo que nadie te explica
Dormir seguro es mucho más que dormir bien. Implica reducir riesgos como asfixia o muerte súbita, y se basa en prácticas simples pero fundamentales: dormir boca arriba, sin objetos sueltos, en su propio espacio y con ropa adecuada como una bolsa de dormir. Compartir la habitación sin compartir la cama, evitar el uso de mantas o almohadas, y priorizar el ruido orgánico en lugar del blanco también son claves. Dormir seguro es una decisión diaria, y contar con información confiable puede marcar la diferencia.
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